Latinoamérica tiene una realidad distinta a Europa en varios aspectos, así como cada nación se distingue de otro y así como cada departamento se distingue de otro, etc. Uno de los países que tiene un contexto único es Bolivia y éste es un ejemplo de su realidad:
Una delegación de Cusco asistió a un Congreso de Estudiantes de Comunicación Social, y quien redacta este artículo fue también parte de esa delegación. Al dirigirnos a La Paz, uno puede apreciar el por qué esta parte del continente es denominado como “el altiplano”, la ruta es prácticamente en línea recta y eso permite que las horas de viaje no sean tan largas a diferencia de Perú donde la cordillera de los andes hacen extensas nuestras horas de viaje.
Al ingresar a Alto La Paz cualquiera de nosotros podremos apreciar la cantidad de basura que existe en las calles, (otro país sudamericano), también podremos apreciar algunas construcciones con un estilo incomparable en tamaño, forma y color, las paredes de la viviendas pintadas con publicidad de algunas empresas bolivianas como: PACEÑA y JUDAS (empresas de cerveza), TIGO (empresa de telefonía), OCTANO (cadena de grifos), Bancofle e infaltables grafitis con aerosoles dando mensajes al gobierno de su presidente, Evo Morales.
Para dirigirnos a Bajo La Paz, podremos apreciar un contexto similar al de la ciudad de Cusco, la entrada por Ticatica hacia el centro de la ciudad, un Cristo de color blanco, etc. pero la diferencia es que La Paz es mucho más grande y posee una pequeña metrópoli en el medio de la ciudad.
En el centro de la ciudad presenciamos un tráfico parecido al de Lima, apreciaremos algunos vehículos de antaño (existían en Cusco), apreciamos también una ciudad muy desordenada, los edificios, las viviendas y otras construcciones en algunas partes de Bajo La Paz no están muy uniformes claro que toda ciudad no es tan uniforme pero La Paz está lejos de ello.
Para un paceño, cruzar las calles poniendo en riesgo su vida no es algo fuera de lo común así como para un limeño en su ciudad, la diferencia en ambos contextos es que el policía paceño trata de imponer orden en las calles poniéndose casi en medio de la carretera para detener a los vehículos y de esta manera algunos transeúntes puedan cruzar las calles pero los choferes no hacen caso y un poco más se llevan a los policías de encuentro, así que no se sorprenda si usted observa en los noticieros bolivianos, policías atropellados.
Desconozco la frecuencia de paros o huelgas en Bolivia pero el día que observé en las calles de La Paz, había carpas y numerosas cartulinas con mensajes no favorables a su gobierno. Suponemos que los bolivianos están en su derecho pero cuando nosotros queríamos tomar fotografías, inmediatamente se nos acercaron unos policías con sus protectores (escudo y otras armas) y nos dijeron que estaba prohibido tomar fotografías (creo que logramos tomar algunas). Otro día, observé por la ventana de nuestro hotel, una movilización pero sin arengas, sólo mostraban algunas banderolas, carteles y una bandera de Bolivia.
Lo narrado anteriormente es un pequeño ejemplo de la realidad de Bolivia durante el día, ahora ¿Cómo es la realidad boliviana de noche? La noche paceña, hasta las 22 horas aproximadamente, por lo visto durante cuatro noches, es tranquila, diversas actividades culturales invaden algunas calles de Bolivia y por delante de todo diversas danzas son parte de un espectáculo nocturno y las personas que apreciaban aquel arte aportaban económicamente, pero a partir de la media noche, en el centro de la ciudad observamos la presencia de algunos drogadictos que se nos acercaban a pedirnos dinero y por recomendación de otras personas era necesario tratarlos amablemente e irse de inmediato.
Durante el día siguiente en La Paz, en los centros comerciales se podrá apreciar un comercio no fuera de lo común pero cuando nosotros fuimos a comprar algunas cosas, la costumbre de nuestra moneda (nuevo sol) no nos permitía adaptarnos raudamente a su tipo de comercio en “Bolivianos” (moneda de Bolivia) de manera que cuando nosotros preguntábamos -¿Cuánto cuesta esto? -el comerciante paceño nos respondía. -Tres no más -sin especificarnos “tres Bolivianos” y si les decíamos -¿Bolivianos? -ellos inmediatamente nos reprochaban y respondían -No, soles. -pero pasando los segundos los vendedores se dieron cuenta de que nosotros no éramos bolivianos e inmediatamente nos decían -A ya casero, entonces, ¿De dónde son ustedes? -y para no complicar más este asunto, sólo deducimos que es un trato parecido al trato que le da un peruano a un extranjero (amable) y no como el trato de un peruano a otro peruano.
Mientras nosotros vivíamos todo eso en Bolivia, otro grupo de estudiantes de Cusco se fueron a la capital de Perú, Lima, y según lo narrado por algunos de mis compañeros a mi persona, los capitalinos y algún otro costeño insultaron “serranos” a nuestra delegación de Cusco. Por otro lado en Bolivia, mi delegación se paseaba por la ciudad con la bandera de Perú y quien redacta este artículo, se paseó por el centro de La Paz con una bandera peruana y la camiseta de Universitario de Deportes (club deportivo de fútbol peruano) y los paceños sólo nos miraban y no hicieron ningún gesto de reproche, es más, preguntamos a cada boliviano por el paradero de Raúl Orosco (árbitro boliviano quien perjudicó a la selección peruana de fútbol ante Chile) y nos respondían prudentemente sin buscar pleitos obviamente.
En el aspecto de costo de vida, si usted ve que los bolivianos no usan mucho los celulares, no se sorprenda, porque llamar a alguien en Bolivia es un privilegio, 5 pesos bolivianos es lo que cuesta un minuto aproximadamente y para nosotros equivale a 2 nuevos soles.
La gastronomía boliviana no se podía dejar de lado, un desayuno tiene el valor de 10 a 15 Bolivianos (sobre los 4 nuevos soles), precio que no varía mucho de un almuerzo o una cena. Pero, ¿Cómo es la sazón boliviana? Si nuestra delegación comía era por necesidad (de comer rico), tuvimos varias alternativas y entre las más resaltantes estaban: el estofado, albóndiga y el famoso “falso conejo” que no era más que un tipo de estofado de res y no como otros pensaban, un estofado de conejo.
Lo descrito acerca de la realidad boliviana en este artículo, sólo es lo visto durante una semana, eso no quiere decir que la realidad de Bolivia es tal como se describe en este artículo. Para rescatar lo positivo de Bolivia, su gente no busca pleitos, poco sabemos de violencia en el fútbol boliviano, no se divisó peleas entre bolivianos que vaya a mayores consecuencias.
Pero antes de criticar a otra nación, primero mirémonos a nosotros mismos, en Perú existe tráfico, violencia, contaminación, robos, huelgas, tensión. Cómo es posible que entre peruanos nos insultemos, peleemos, discutamos, nos destruyamos. Por eso el título de este artículo es: PERÚ, PRIMERO NOSOTROS.
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